Según el diccionario, la esperanza es el estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.
En realidad, la esperanza para mí es algo que piensas que puede ocurrir, que se pueden dar las condiciones favorables para que ocurran. Esto implica el destino, y yo no creo en el destino.
La esperanza es el futuro.
Yo no creo en el futuro. No puedo planear el futuro. No puedo saber a ciencia cierta qué va a ocurrir. No merece la pena planear meticulosamente el futuro.
Por eso simplemente me centro en el presente.
En cada momento, en cada instante.
Bienvenido a este instante.
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