Yo la verdad, quiero llegar a los cincuenta años con una arruga de la risa. Quiero hacerme un tatuaje y que no me importe lo que digan. No quiero retocarme nunca. No quiero dejar de comer algo por mi figura.
Porque esa es una tontería.
¿Acaso para ser princesas y encontrar un príncipe hace falta tener una belleza de ensueño?
No.
No nos equivoquemos.
Eso lo dice la sociedad.
Porque todos los chicos deben tratar a todas las chicas como si fueran únicas en el mundo, como aquella princesa que son.
Porque todas las chicas somos princesas.
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