Y los sueños cambian. Y te vistes cada vez de forma más extravagante. Y te sientes cada vez más sexy. Llega un momento que sonríes por tus actos. Sonríes cuando te ves avanzar hacia tus sueños. Esos sueños que la gente cuando los escucha piensan que estas loca, que nunca lo conseguirás. No te lo dicen con las palabras, te lo dicen con la mirada. Te dicen que adonde vas, que donde te perdiste, en qué esquina te quedaste.
Pero no. Tienes que ser fuerte. Luchar por tu sueño. Es tan sencillo como eso. Como si quieres ser astronauta para saber como sabe allí la Coca Cola. No importa. Un sueño es una meta. Un sueño es el mayor tesoro. Porque si tu sueño es fuerte, serás capaz de hacer cualquier cosa por tu sueño.
Y mi sueño es ser artista.
No pienso caer en las garras de las matemáticas.
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