lunes, 30 de abril de 2012

Si no acaba bien, es que entonces no es el final.

Se cierran puertas y se abren otras. Buscas a otro imbécil que te robe el corazón soñando con ser su princesa, soñando con que te sueñe todas las noches, con que sonríe al verte, que te diga todos los días lo guapa que estás. Que se le iluminen los ojos al acercarte a él, que discutáis, que os arriméis, os abrazáis, os fundáis. Buscas aquel con quién te puedes dejar llevar. Pero hay que tener claro que si no te quiere no te merece, si te hace sufrir se merece una bofetada y un escupitajo en la cara además de una buena patada en los huevos que le deje estéril y que te tiene que hacer sonreír.
Si encuentras a esa persona, no la dejes marchar. Cuándo creas que todo se ha ido, tan solo mírale a sus ojos. Si no te sale nada es que todo se ha ido a la mierda, pero si tan solo quieres besarle, hazlo, no te pares. Un beso libera hormonas de felicidad, simboliza que estás junto a él, con él, que le quieres, que te importa... Porque si algo merece la mena, si no acaba bien, es que entonces No es el final.


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